(Texto y mùsica Germano Bonaveri)
Hay una curva después del puente
que esconde el camino:
no se ve el horizonte
más que me vaya es destino.
Me encamino hacia la niebla
que acoje mi respiro,
tengo una clepsidra sin arena
para medir el tiempo.
Si tan solo tuviera tu nombre
te podría buscar,
si hubiera una manera de contarte
te sabría cantar.
Suplicarte de esperarme
y de perder tu mano,
como buscar desesperadamente
sin saber que.
Hay una curva después del puente
que esconde el camino,
no se ve el horizonte
pero es vital que me vaya.
He dejado mis prendas
a los Arcangeles de Dios,
tengo solamente este cuerpo desnudo
en donde soy yo de verdad.
Décimatercera página,
de veintidós por revelar,
segadora que espera,
el tiempo tendrá que pasar.
En punto exacto del no regreso,
momento de mutaciòn
es así que nos pensamos mortales
ante la apariencia del envejecer.
Hay un curva apenas recorrida
que esconde el camino.
Hay un claro al horizonte
que promete un mañana
Y mientras todo el tiempo transcurre
me dejo mutar,
porque es solamente el no ser visto
el misterio que llamamos morir.
Crux Sancti Patris Benedecti
Crux Sacra Sit Mihi Lux
Non draco sit mihi dux
Vade Retro satana
Non Suade Mihi Vana
Sunt Mala Quae Libas
Ipsa Venena Bibas